ORZUELO No la imitaremos más. Ya no basta ponernos sus vestidos, jugar con sus joyas, sus cisnes. Cuando la Señora se ausenta, las insolentes tomamos sus galas, copiamos sus mohines, hurgamos en su altar. Las sirvientas somos dignas de dormir atadas. Comparte esto:Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para enviar por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)Me gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado